lunes, 24 de octubre de 2011

No es lo mismo ser que estar


Cuando sentimos algo de verdad en nuestro interior se nos hace pequeño nuestro mundo y diminuto nuestro barrio. Cuando sentimos de verdad, de corazón, ocupa demasiado espacio como para dejarlo en nuestro interior, cuando sentimos se nota; se nos nota. Siempre sentiremos, a todas horas, en las mañanas sentiremos cansancio, y a media mañana sueño, por la tarde ganas de pasear y cuando llega la noche ganas de una buena ducha y tumbarte en el sofá para no dejar de hacer zapping con nuestro dedo en busca de algo que nos distraiga.
Sin duda alguna nuestra vida está llena de sensaciones y emociones que nos hacen grande, porque sin ellas no seríamos nada, porque incluso sin ellas podrías a llegar a ser alguien, pero seríamos un alguien que no tiene nada, que no siente y que tampoco padece. Y es que cuando llegas a un punto en tu vida que todo lo que pasa a tu alrededor no te importa y prefieres ponerte los cascos con tu música ( aunque no te termine de gustar ) para dejar que pasen los minutos y con ellos los días, entonces hemos tocado fondo, un fondo que nos hace volver a sentir, sentir nos hemos dado un golpe muy grande para desperdiciar nuestro tiempo, con el único que hemos nacido y en el que tenemos que invertir el tiempo. Como los ordenadores las personas también nos averiamos por algún tiempo y tenemos que estar en el taller de reparación para volver a funcionar correctamente. Cuando pasa algún tiempo para que eso suceda y volvamos a retomar nuestra vida con ganas y ansias entonces es cuando volveremos a sentir, antes no .
No es lo mismo ser que estar 

No hay comentarios:

Publicar un comentario