lunes, 24 de octubre de 2011

Inevitablemente frágiles


Y como casi todo en la vida , tanto como correr, saber cepillarse los dientes , o simplemente saber coger la posición perfecta cuando hay ganas de sentir la almohada junto a tu cara; todo es acostumbrarse. Costumbres son muchas las que cogemos día a día, tantas que nuestro camino está plagado de ellas, ya que sin ellas no seríamos quiénes somos. Desde pequeños "nos acostumbran", a que "hay que acostumbrase", acostumbrarse a no decir palabras malsonantes y a decir disculpas cuando algo no se ha hecho bien, también nos intentan acostumbrar de que siempre hay que cruzar el paso de peatón agarrado a la mano de nuestros padres y cuando el "simbolito" del peatón esté en verde y no en rojo; nos enseñan a querer y a dar lo mejor de nosotros. Pero después de tantas costumbres hay ocasiones en las que pienso que es necesario saber desacostumbrase más rápido de lo que aprendemos a acostumbrarnos a algo.
Es cierto que nuestros mayores nos hacen ver la vida más fácil inculcándonos esos modos de vivir; quizá más útiles, pero no nos enseñan a que cuando nos quitan algo que queremos es muy difícil decir adiós, saber que la partida es para siempre y que no volverá jamás. Cuando algo termina en tu corazón queda algo tan profundamente hondo que es casi imposible de sanar, y realmente habrán corazones que no sanarán , seguirán palpitando pero no con el mismo ritmo.
Qué fácil es acostumbrarse y que difícil es hacer de un día a día un adiós. Tremendamente jodido

1 comentario:

  1. Me encanta la última frase 'Qué fácil...'
    Aunque te diría que no hay imposibles, que el corazón se recupera. de cada adiós hay que sacar algo en claro y aprender algo bueno, dentro de lo malo, es la única forma de sobrellervarlo.
    y también decirte, que igual que dos historias nunca son iguales, que un paisaje nunca te inspira lo mismo, y muchas cosas como éstas, que el corazón no vuelva a latir igual no es malo. De esta forma, conseguimos que existan cosas especiales, porque si no serían todo rutinas.. e historias repetidas.

    ResponderEliminar